domingo, 20 de enero de 2013

La carpeta de los dorsales


Decidí hacer limpieza de papeles inútiles y me encontré con la carpeta que contiene mis dorsales. Podía haber tirado el contenido directamente, que en definitiva era el objetivo, pero quiso  la casualidad que cogiera el primer dorsal y le diera la vuelta.

Craso error.

Ahí es donde anoto toda información de esa carrera, lo típico, ¡qué os voy a contar! Leí mi tiempo, mis impresiones, y era tanta la emoción que desprendia, que cogí otro dorsal, y luego otro, y otro más.

Con los dorsales en una mano, la carpeta en la otra, la papelera enfrente, mi mente endorfinando por los recuerdos, alargué la mano, decidí ser ecuánime y que todos seguieran la misma suerte.

Consecuencia: volví a guardar otra vez los dorsales en la carpeta y en lugar de tirarla volví  a colocarla en un lugar más apropiado de mi, cada vez más, nutrida y voluminosa biblioteca.

Y es que cuesta desprenderse de esas cosas que nos recuerdan buenos momentos, porque al volver a mirarlas revives otras vez las buenas sensaciones y te autoconvences ( como si fuera necesario, o posible aún más convencimiento ) de lo maravilloso que es este deporte y de la paz y felicidad que genera.

No te quiero ni contar, que también me es imposible tirar las camisetas-recuerdo de las carreras, pero éstas, si que las reutilizo para entrenar, para estar en casa, para presumir de "atleta", para sentirme maravillosa,.. y es que para mi, cada una de ellas es mucho más valiosa que un tesoro. Ja,ja, sobre todo, porque es un tesoro que para otro cualquiera no tiene valor. Son mis emociones las que le otorgan esa validez de joya... hasta cierto punto, claro, ya que si me cambias una de mis camisetas de carreras por un dior, o un channel,  un verino, o un torreta,  (por citar algunos) , te la cambio sin pensar, ja,ja,ja.







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