lunes, 14 de febrero de 2011

mis entrenamientos con frio, yoga y pilates










Necesitaba salir a correr como no os podeis imaginar. Así que, aprovechando que el tiempo nos ha dado una tregua, mis tres últimas salidas, que han ido de 35, 30,61min me han servido para ver que a pesar de lo mucho que me quejo de que las profesoras de yoga y pilates hayan decidido ponerse de acuerdo y trabajar principamente los abdominales, ¡uff!¡arrrggg!, veo que me van surtiendo efecto en los entrenamientos.
Aún me falta la ligereza envididable de algunos que vi ayer haciendo series a velocidad de relámpago, pero eso creo que, seamos positivos, lo lograré si sigo en el empeño de entrenar más constantemente, ¿verdad?

Lo más bonito del entrenamiento de ayer, cuando iba andando un rato (me dolian las piernas un montón, el pilates me deja un tanto machacada) un señor muy mayor que estaba en una silla de ruedas, se me quedó mirando, y casi llegando a su altura, levantó con mucho esfuerzo la mano, en señal de saludo. Como los indios. ¡Hau!. Pobrecillo. Su cuidadora le miró con sorpresa e incredulidad. Y yo ¡que corta!, le saludé, le sonreí, y me no me atreví a darle un besote en la mejilla, que era lo que me indicaba mi corazón. Todo mi cariño desde aquí. Esa tierna imagen todavia la conservo en la memoria y me sale una sonrisa de oreja a oreja al recordarla. ¡Hay cosas tan simples, bonitas y enternecedoras a nuestro alrededor! sólo hay que mirar.



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